The Doors, contracultura y origen

¿Cómo empezó todo?

Jim Morrison, y Ray Manzarek, alguna vez fueron dos jóvenes amigos que se conocieron en Venice Beach, Los Ángeles, California. Tras la fascinación de Ray por las letras de Morrison, deciden formar una banda, y reclutan a John Densmore en la batería, y a Robby Krieger en la guitarra. Es así como en 1967, The Doors, realiza su salto a la escena del rock con su primer álbum, que tiene como primer sencillo la canción "Break on Through (to the Other Side)". Con el objetivo de hacer algo más allá del entretenimiento, el cuarteto de Los Ángeles inspiró a sus numerosos fans con letras poéticas, y a la vez oscuras, que se distanciaban de la obra de otras bandas, que hablaban sobre paz y amor.

¿Qué es la contracultura?

Cuando se habla de contracultura, se hace referencia a una subcultura que entra en un conflicto irreconciliable con la cultura dominante, y los valores ya establecidos. El texto, el Imperio Contracultural plantea una visión crítica sobre la contracultura, caracterizándola como una respuesta estructural a un conflicto cultural más allá de una simple moda o rebeldía juvenil. Por lo tanto, la contracultura resulta "una batalla entre modelos, una guerra entre concepciones del mundo."

The Doors: la oscuridad dentro de la rebeldía.

La obra de The Doors desafiaba los valores, normas, y convenciones de la época mediante letras profundas que a menudo abarcaban temas relacionados con el sexo, las drogas, la muerte, la locura, la libertad, y la mente abierta. Además, su figura central, el vocalista Jim Morrison, asumía un papel provocador, que se alejaba en gran medida de lo que hoy en día se consideraría un artista comercial. En el texto, el Imperio Contracultural, se menciona que la contracultura surge de los márgenes. El hombre marginal, es un ser atrapado entre dos mundos culturales, lo que le otorga una visión más amplia y una creatividad especial. La figura de Morrison, encajaba perfectamente en eso que el autor describe como hombre marginal; él era poeta, provocador público, estrella de rock, y al mismo tiempo un crítico feroz del mismo sistema que lo había echo famoso.

La anterior idea está relacionada con el hecho de que muchas veces el sistema crea "contraculturas de consumo", o sea, modas falsas creadas por el marketing para parecer rebeldes, que en realidad son funcionales al sistema. The Doors tenía esto claro; aunque eran parte del mainstream, al firmar con Elektra, y salir en la radio, la banda siempre demostró una resistencia a ser domesticada por la industria. Tanto así, que fueron censurados en televisión, llegaron a provocar escándalos por sus letras, y Morrison fue arrestado por indecencia en escena. Esto demuestra que parte de la esencia de la banda era el no dejarse absorber, y vaciar de la industria musical y el consumismo.

Jim Morrison

La visión profunda, y la forma de trascender la realidad que marcaba la obra de The Doors, se evidencia en muchas de sus canciones. Un ejemplo de lo anterior es When The Music's Over, una canción que narra de forma continua un viaje existencial. Desde el inicio de la canción, la repetición de la frase "When the music's over" y "turno out the lights", sugiere en medio de angustia, que hay un final inevitable. En ese sentido, la música, descrita como un amigo especial, se convierte en un refugio, y una especie de fuerzavital que acompaña al oyente hasta el fin de su vida. Otro aspecto llamativo que se encuentra dentro de la canción es cuando menciona "cancel my subscription to resurrection", lo que refleja una lucha interna, y una aceptación al final de los tiempos. Esta idea puede interpretarse como una resignación del compositor a la vida, ya que rompe con las creencias tradicionales de que hay algo después de la muerte. La angustia y la aceptación de la muerte en la canción, culmina de manera muy fuerte cuando Morrison canta la frase "What have they done to earth", lo que es una crítica directa a la destrucción y explotación de la tierra.

Música y Letras

The Doors fusionaron géneros como el rock psicodélico, blues rock y rock ácido, creando un sonido único que resonó profundamente con la juventud de los años 60. Sus canciones exploraban temas oscuros y existenciales, alejándose del optimismo característico del movimiento hippie. Letras como las de "The End" o "Riders on the Storm" abordaban la muerte, la alienación y el subconsciente humano, reflejando una visión más introspectiva y sombría que el típico mensaje de "paz y amor" del flower power.

Además, el teclado de Ray Manzarek proporcionaba una atmósfera etérea y psicodélica, mientras que la voz de Jim Morrison oscilaba entre lo melódico, el miedo y lo salvaje, creando una experiencia única que encarnaba tanto el espíritu liberador y lleno de amor del movimiento hippie como su lado menos tratado.

Las letras, en muchas ocasiones, confrontaban al oyente con una visión introspectiva y casi apocalíptica de la existencia, invitando a sumergirse en los rincones oscuros de la mente humana. Por ejemplo, en canciones como "When the music is over", Jim Morrison esboza un viaje hacia lo abismal, donde la ausencia de certezas y la presencia de enigmas existenciales se transforman en un espejo del terror y la fascinación que implica adentrarse en lo inexplorado de este mundo psicodélico que la banda estaba experimentando.

The Doors en Isle of Wight Festival (1970)

Siguiendo con esto, la canción "The Hill Dwellers" se realiza como un claro ejemplo de cómo el miedo se entrelaza con el paisaje psicodélico. La letra convoca imágenes surrealistas y a veces inquietantes, desde laberintos mentales hasta visiones de entornos ancestrales y caóticos que sugieren la existencia de realidades alternas y primitivas. Un ejemplo de esto es cuando Jim Morrison canta “Way back deep into the brain” “Way back past the realm of pain” “back where´s there´s never any rain” “There´s been a slaughter here”

Estas metáforas no solo evocan sensaciones de temor o miedo ante lo desconocido o algo que genera suspenso, sino que también reflejan la búsqueda de trascendencia propia del viaje psicodélico, desafiando la percepción de la realidad convencional y empujando al oyente a cuestionarse no solo que está escuchando, sino también a cuestionarse sus propias limitaciones frente al viaje psicodélico.

Vestimenta y Estilo

la apariencia de The Doors contrastaba con los coloridos atuendos hippies. Jim Morrison solía vestir con cuero negro, chaquetas ajustadas y camisas simples, proyectando una imagen más oscura y rebelde. Este estilo minimalista pero provocador reforzaba su aura de "chamán oscuro", alejándose del estereotipo visual del movimiento hippie la cual era colorida y con patrones psicodelicos 

Visuales y Presentaciones

En sus conciertos, The Doors utilizaban luces psicodélicas y proyecciones visuales para intensificar la experiencia sensorial del público. Estas técnicas eran comunes en el movimiento hippie, pero Morrison las transformaba en algo más hipnótico a través de su presencia escénica. Sus actuaciones eran impredecibles y a menudo caóticas, esto se veia a travez de sus movimientos, gestos y su forma de expresarse o de cantar. 

De hecho, a Morrison lo arrestaron el 9 de diciembre de 1967 en connecticut, Estados Unidos en el New Haven arena. 

Este suceso es conocido como el "incidente de New Haven" y fue el primer arresto de un artista de rock en la historia, este incidente se dio ya que Morrison fue acusado de incitar a disturbios, incidencia y obscenidad publica.  

Reflexiones finales

Más allá de una banda de Rock, The Doors fue una manifestación viva de una época convulsionada. Mientras que otras expresiones musicales hablaban de paz, y el aroma de las flores, el cuarteto de Los Ángeles se daba la libertad para mirar al abismo, y a la oscuridad que envolvía sus vidas, por medio del rock psicodélico que ellos presentaban. De esta manera, nos damos cuenta que figuras irrepetibles como Jim Morrison vinieron al mundo para cumplir un cometido, un cometido que no solo unió a muchas personas bajo el sentimiento de angustia y tormento; sino que más bien demostró que existe un fantasma que asecha en las desgracias de un pueblo que se ha tornado un maquinaria de consumo y alienación espiritual.